Experiencia
aprendizaje
Lavo los platos

Recoger los platos de la mesa uno a uno y ponerlos en el lavaplatos (priorizar los que no se rompen al caerse)
Poner detergente en la esponja.
Lavar los platos que no tengan riesgo de romperse, con la guía de un adulto.
Secar las cucharas o utensilios elaborados con un material que no se rompa.
Guardar los utensilios que estén a su alcance, en su lugar.
Clasificar los utensilios de acuerdo al tamaño y su uso, por ejemplo: platos y cucharas grandes y pequeñas.
Ordenar los
utensilios lavados, según disponga el adulto que lo acompaña, por ejemplo:
- Ordenar los platos del más pequeño al más grande
- Separar las cucharas de los tenedores y cuchillos.
- Ordenar los vasos en un lado y los jarros en otro.
Escuchar cuentos cortos sobre la importancia de ayudar en casa y opinar sobre lo que escucharon. A continuación, un ejemplo:
- El niño que no ayudaba en casa
http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/el-nino-que-noayudaba-en-casa
·
Ver el video:
https://www.youtube.com/watch?v=j6F_16b3Wqc
- Aprender la canción: Soy una taza
https://www.youtube.com/watch?v=hx-yDvDe_SE
Contar cuantos platos, vasos, cubiertos, etc. se han lavado.
Verbalizar los nombres de cada utensilio.
Reconocer texturas al lavar los platos.
Por ejemplo:
- La superficie de los platos es lisa, del rallador es áspera.
- La esponja de platos es suave, el estropajo es duro.
Pida al estudiante que busque otros objetos que sean lisos, ásperos, suaves y duros.
CUENTO: El niño que no ayudaba en casa

Autor:
Edades:
A partir de 4 años
Valores:
Hugo no quería
hacerse la cama. Tampoco quería recoger su ropa, ni sus juguetes, ni ayudar a
poner y quitar la mesa. Su madre le decía todos los días que tenía que ayudar
con las tareas domésticas, pero a Hugo le daba igual.
- Papá tampoco
hace nada y a él no le regañas ni le sermoneas -le decía Hugo a su madre.
- Papá trabaja
todo el día y cuando llega está muy cansado -decía su madre-. Y yo necesito que
alguien me ayude.
- ¡Pues que te
ayude él! Yo también estoy muy cansado cuando vuelvo del cole.
La mamá de Hugo
llevaba tal ritmo de trabajo dentro y fuera de casa que un día no pudo más,
cayó enferma de cansancio y se la tuvieron que llevar al hospital.
El caso es que
la madre de Hugo no volvía. Y el padre de Hugo no conseguía sacar tiempo para
trabajar dentro y fuera de casa. De modo que la casa se empezó a llenar de
suciedad. La cama de Hugo tenía las sábanas arrugadas y sucias y la cama de su
papá también. Y en pocos días se quedaron sin ropa limpia.
- Tendremos que organizarnos con la casa -dijo el papá de Hugo a su hijo - No
podemos seguir así. Tendrás que ayudarme.
Durante días a Hugo no le quedó más remedio que hacer su cama, recoger su ropa y sus juguetes y limpiar su habitación. Su papá tuvo también que aprender a cocinar, a lavar y a planchar la ropa, a limpiar y a hacerse la cama.
Cuando la madre de Hugo volvió a casa su padre y él la recibieron con una gran alegría.
- ¡Te hemos echado de menos! -dijeron padre e hijo.
- Parece que al final habéis conseguido organizaros sin mí -dijo ella.
Desde entonces, los tres se reparten las tareas domésticas, y la mamá de Hugo no ha vuelto a ponerse enferma. Además, les queda tiempo para hacer un montón de cosas divertidas todos juntos.
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